Superficialmente teñido, las sonrisas son expertas escondiendo desconsuelos. Soy niño triste, con mirada baja y el corazón arañado. Atascado, en una vida interrumpida y atemorizado por mis reflexiones más traviesas. Flechado sin corresponder y tildado por la habladuría de aquellos que no comparten mis formas. Saciado de castigos, los que me familiarizaron con un paradójico apetito de subsistencia. Me siento recortes y la parte sobrante de tu vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Tu eres el Llus?
Bonitas cosas se leen poraqui...
Hola niño triste
nos atascamos es verdad, y ni pa lante ni patras, pero los reciclados se desbordan y no sabemos parar.
saludos
Publicar un comentario