Soy niño triste

2 comentarios


Superficialmente teñido, las sonrisas son expertas escondiendo desconsuelos. Soy niño triste, con mirada baja y el corazón arañado. Atascado, en una vida interrumpida y atemorizado por mis reflexiones más traviesas. Flechado sin corresponder y tildado por la habladuría de aquellos que no comparten mis formas. Saciado de castigos, los que me familiarizaron con un paradójico apetito de subsistencia. Me siento recortes y la parte sobrante de tu vida.  

Cuando me deshago.

0 comentarios

Cada minuto falsea los segundos, cada día exagera las horas y tengo la impresión de hacer perpetua esta angustia. Cuando me deshago, el momento se tropieza con los pensamientos y lo noto, cada vez le cuesta más y más reincorporarse. Se desacelera el tiempo atollado en las reflexiones más enrevesadas, mezclando los recuerdos con aquellas ilusiones estropeadas, atormentando.

El desánimo

1 comentarios


Nos soldamos con delicadeza, tristeza, habitación y yo. No puedo ocultar este ahogo. El desánimo, siempre concuerda con mi espacio y cada vez encuentro más y más razones para detestar mi propia presencia. Aunque me niego a reconocerlo, me estorbo y sé que también le estorbo a esta habitación