El desánimo


Nos soldamos con delicadeza, tristeza, habitación y yo. No puedo ocultar este ahogo. El desánimo, siempre concuerda con mi espacio y cada vez encuentro más y más razones para detestar mi propia presencia. Aunque me niego a reconocerlo, me estorbo y sé que también le estorbo a esta habitación

1 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias vozka, me ha chocado tu nombre, no el seudonimo, si no el otro, la propia presencia es lo que uno niega, cuando esa soledad miedosa nos envuelve y no nos deja actuar a los deseos, si, eso me recuerda, que yo soy igual que tu.

saludos