No sé dormir.

Insulto a ésta cordura que me hace enloquecer cada noche, insistente se esmera en desvelarme para poder exteriorizarse. Así, reflejada en mis ojos, cualquiera que se moleste en observarme puede saber de mí angustia y especular con ella. Insulto a éstas reflexiones nocturnas que se recapitulan, con insistencia. Reflexiones que siempre terminan distorsionando la realidad, hasta el punto de agotar mí cordura, agotar la cordura para despertar el odio... éste odio. 

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