Desahogo tonto, justificación imbécil.

Asumí que nadie cuenta conmigo, que no puedo contar contigo. Desde entonces mis ideas enfermaron, se complicaron, me están oscureciendo. Estoy entendiendo, asumiendo que estoy solo, que me has dejado solo. Ya no espero nada, de nadie. Aire envenenado de recuerdo y soledad, para acompañar la resaca que me causa olvidarte unas horas. Ahora, lo mejor, es que me quiero un poco peor. Siempre se puede ir a menos, más.

0 comentarios: